domingo, 22 de julio de 2007

Adios al maestro Fontanarrosa

Y un día cerró los ojos para no volverlos a abrir. Quedaron hojas en blanco y lápices sin usar. Se fue el negro Fontanarrosa. Apenas si se despidió de algunos porque no hubo tiempo, digamos que el barbudo en eso de ser piadoso es acertado. Si un día Dios me daría la posibilidad de hacerle un pregunta; una sola, creo que no sabría si cuestionar el cómo o el por que. Mirá si es irónico el destino a veces. Roberto “el negro” Fontanarrosa descubrió su vocación como caricaturista desde muy joven; quién iba a decir que una extraña…extrañísima enfermedad le afectaría precisamente las manos y precisamente a él que vivía a través de ellas expresando el sentimiento popular y la actualidad política y social con el lenguaje más cotidiano. Supo ponerle prosa al fútbol y humor a las crisis del país. Desde su Rosario natal contagió de entusiasmo futbolero hasta al más amargo. Hincha fanático de “los Canallas” de Rosario Central; quienes también brindaron su homenaje arrancando la butaca que el negro solía ocupar…ya nadie se sentará en ese lugar. Por estas horas imagino que el maestro Fontanarrosa estará descansando en paz…igual que Don Casal…el veterano hincha de Central del cuento “19 de diciembre de 1971, la palomita de Aldo Pedro Poy.” Tal vez es la expresión más clara de cómo imaginaba él una muerte digna. “el bobo” del negro no se detuvo en una cancha como el del cuento; pero seguramente en la camilla de la guardia hospitalaria ,estaría tarareando el repertorio del tablón.
Desde bien al sur elevamos todas las plegarias para que su alma repose en paz y sentimos con hondo pesar la pérdida irreparable de este argentino que nos enorgulleció a lo largo de toda su carrera literaria y que por supuesto dejará una marca indeleble en el patrimonio literario nacional.
MAL dice el dicho que nadie muere en la víspera…era vísperas del día del amigo cuando su corazón, más redondo que el de todos nosotros, dejo de picar.